jueves, 7 de julio de 2011

Manifiesto por el asesinato de Isabel y Reyna Ayala Nava

Ante los hechos ocurridos el pasado domingo 3 de julio del presente, en los que Isabel y Reyna Ayala Nava fueron asesinadas arteramente en Xaltianguis, Guerrero por un grupo armado, y las amenazas de muerte que desde entonces ha recibido Micaela Cabañas Ayala, declaramos que:

Isabel Ayala Nava fue una luchadora social que perteneció al Partido de los Pobres a comienzos de la década de los setenta, razón por la que estuvo detenida-desaparecida en el Campo Militar No. 1 entre 1974 y 1976, junto con su hija recién nacida y un grupo de más de cien familiares directos e indirectos de Lucio Cabañas. Debido a que fue esposa de Cabañas y madre de su única hija, durante su encierro fue objeto de tortura y tratos crueles, inhumanos y degradantes, siendo liberada a condición de no hablar nunca sobre los crímenes de los que fue víctima y testigo al interior de la prisión clandestina.

En el 2003 Isabel rompió el silencio por primera vez en una entrevista a un medio de comunicación e interpuso una denuncia penal por la desaparición de la que habían sido objeto ella y su hija. El hostigamiento contra su persona no se hizo esperar, por lo que se vio obligada a marcharse del país. En 2009 salió del anonimato por segunda ocasión, participando en actividades organizadas por Izquierdas Unidas del Sur y la Asamblea Popular de los Pueblos de Guerrero, y respaldando la labor de su hija al interior de la Asociación Civil Nacidos en la Tempestad, dedicada a impulsar la demanda de verdad y justicia para las víctimas de la guerra sucia. En el transcurso de este año, Isabel manifestó su interés por empujar la lucha de los familiares de desaparecidos de Guerrero y, por primera vez, hizo público su testimonio de puño y letra sobre su vida con Lucio Cabañas.

Coincidentemente, a tres días de la apertura de una Comisión de la Verdad en la Cámara de Diputados del Congreso de Guerrero, que se crea para dar cumplimiento a la sentencia emitida por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en el caso de la desaparición forzada de Rosendo Radilla, Isabel y su hermana son asesinadas a plena luz del día al salir de un templo. A partir de ese momento, Micaela Cabañas ha recibido amenazas de muerte. Consideramos que la falta de justicia y la situación de vulnerabilidad en la que han permanecido los familiares de Lucio Cabañas durante décadas, ha abonado el camino para que sucedan estos lamentables acontecimientos, de los que responsabilizamos al Estado mexicano. Vemos con preocupación la posibilidad de que el ataque a una figura vinculada a un líder histórico emblemático, represente un mensaje del régimen contra la sociedad civil que se organiza.

Por lo anterior, exigimos a los gobiernos estatal y federal el esclarecimiento del doble homicidio y la protección de Micaela Cabañas y de todos los integrantes de su familia, y hacemos responsable al Estado de cualquier atentado contra su integridad. Claramente, la impunidad prevaleciente en las graves violaciones a los derechos humanos en el pasado, ha incentivado la comisión de nuevos crímenes contra los luchadores sociales en el presente. ¡Alto a la impunidad! ¡Justicia para las víctimas! ¡Alto a la criminalización de la protesta social! ¡No más sangre!

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