por Lucía Melgar en El Correo Ilustrado de La Jornada el 13 de enero del 2011
Resulta indignante que el líder del Congreso local de Chihuahua repita acusaciones antiguas contra las ONG que en Ciudad Juárez se manifiestan públicamente para exigir justicia. El diputado Serrano Escobar no sólo acusa delucrar a quienes llevan veladoras ante el Palacio de Gobierno en memoria de Marisela Escobedo, para colmo las manda a rezar a catedral y sugiere que ofrezcan recompensas para contribuir a la detención de delincuentes. Cabe recordarle a este supuesto representante de la ciudadanía que exigir justicia en la calle no es lucrar; que esas acusaciones contra las ONG de derechos humanos y de las mujeres ya han caído por su propio peso; que si él quiere rezar es su opción personal, pero que la ciudadanía tiene derecho a exigir justicia en esta tierra y no ha de esperar la del cielo. Si las madres de Plaza de Mayo se hubieran ido a rezar a la catedral en Argentina de nada les habría servido.
Mejor sería que el diputado se preocupara por el clima de violencia imperante en su ciudad y se indignara por lo que nos indigna a quienes queremos vivir en un país justo: el asesinato de Marisela Escobedo al que se suma el de la activista y poeta Susana Chávez, arteramente asesinada la semana pasada. Retomando sus palabras: no queremos ni una muerta más. Por eso tenemos que seguir saliendo a la calle a exigir justicia. Para que las autoridades actúen y se acabe la impunidad.
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