miércoles, 25 de enero de 2012

REPORTAJE. La salvaguarda de la hombría. El machismo dentro del Ejército*

México DF, enero 23 de 2012. Los integrantes de las Fuerzas Armadas deben conducirse con un rígido código de comportamiento. Entre sus pilares se encuentra la masculinidad hegemónica, es decir, lo que es socialmente deseable de cualquier varón. Cuando esta virilidad se cuestiona, sea por comportamientos considerados femeninos o por la abierta orientación homosexual de algunos de sus integrantes, el engranaje se activa para resguardar la integridad de la masculinidad. “¿Oyeron? ¡Dijo que es puto! ¡Ustedes son testigos!¡Encañónenlo!” Con sorpresa y temor acataron la orden. El silencio era tenso. El sol caía a plomo en San Luis Río Colorado, Sonora, pero el sudor que humedecía los rostros de los militares estaba frío, como si lo hubieran sacado de un balde de agua helada. Trataban de disimular su nerviosismo y novatez. Siempre imaginaron que usarían su arma contra narcotraficantes y no contra ellos mismos. Días antes, Julián de la Toba había recibido la primera señal. Con bromas y frases amables el sargento de su pelotón le dijo que se lo quería coger. El Ruso, como apodaban a Julián por ser blanco y rubio, había ingresado tres años antes al Ejército mexicano. Nunca ocultó su homosexualidad. SIGUE LEYENDO

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