martes, 20 de septiembre de 2011

Ciudadanías del miedo 5: Septiembre, el mes más triste

por Lucía Melgar
en Nuestra Aparente Rendición


En una serie de conmemoraciones patrióticas, con luces coloridas, fuegos artificiales en algunas ciudades, discursos y desfiles donde al “ejército del pueblo” se une ahora la policía federal, se intenta acallar el reclamo, diluir el miedo social. Este año, más del 50% de la población encuestada aseguraba que el 15 de septiembre “pasaría algo”, algún acto terrorista, algún atentado, del narco contra el gobierno o contra la sociedad. Hasta en las calles del centro del DF que empezaban a prepararse para la fiesta, en los días y hora previos al “grito”, se oían sesudas explicaciones: “éste es el último grito de Calderón sin presidente electo, es la oportunidad para el narco”…


No importa si la mayoría se quedó en casa cuando podía salir a las plazas a “festejar”, no importa si “no pasó nada”. Importa ese miedo, presente, palpable, incluso en el centro de la ciudad “más segura” del país, en el ombligo mismo de la patria, por retomar la retórica nacionalista que ya cada día va sonando más hueca. Importa también que en ciudades y municipios del país se cancelaran las festividades porque no había condiciones para salir a la calle, o se llevaron a cabo, al contrario, para demostrar con algarabía que a los funcionarios les da igual si se necesitan miles de elementos de las fuerzas armadas para vigilar la fiesta…. Importa que el sentido de la fiesta se parezca cada vez más al cohete apagado, al fracaso de la ilusión, como en Los recuerdos del porvenir.

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