Por Filiberto Cruz en El Sol de México
Ciudad de México.- Un total de 30 mil niños y niñas en el país trabajan para la delincuencia organizada y están involucrados en la comisión de unos 22 tipos de delitos; mientras que en las filas del Ejército Mexicano se encuentran ubicados hasta cinco mil menores de edad, informó Luis González Placencia, presidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal (CDHDF).
"En nuestra opinión, el problema radica en que desde muy temprana edad niñas, niños y adolescentes no encuentran mecanismos institucionales para acceder a sus derechos, como a la educación, a la salud; en el caso de los adolescentes al trabajo; y todo eso lo que implica es generar un caldo de cultivo para el reclutamiento en las filas de la criminalidad organizada", dijo.
"Estamos fallando en la obligación que tenemos de generar una expectativa razonable de vida para nuestras niñas, niños y adolescentes. No logramos transmitir el mensaje de que una vida que se dé en términos de una convivencia armónica, una cultura de paz, de respeto a los derechos humanos puede ser redituable desde el punto de vista ciudadano, ético y legal".
Entrevistado en el marco de presentación del libro intitulado "Infancia y Conflicto Armado en México", el defensor de los derechos humanos de la población capitalina explicó que en estudio aplicado por la Red por los Derechos de la Infancia en México, se advierte que "cifras de la academia hablan de unos 30 mil niños y niñas que cooperan con los grupos criminales de varias formas: los más pequeños trabajan como vigilantes, los más grandes se ocupan del traslado de la droga y a partir de los 16 años empiezan a ser contratados como sicarios. Las niñas están involucradas sobre todo en el empaquetamiento de la droga"...
Cuestionado sobre las edades posibles de los menores de edad que son utilizados por la delincuencia, así como las actividades en que son ocupados, el ombusdman capitalino subrayó: "Desafortunadamente no hay estadísticas claras sobre el tema, pero ahí no tenemos ninguna limitación de edad desafortunadamente. Entonces estamos hablando de que puede haber niños y niñas de edades tempranas ya involucrados en actividades de la criminalidad organizada.
"Yo creo que por eso es que es importante que la revisión que se está haciendo de la estrategia se tomen en consideración estas otras variables de carácter social que contengan la violencia y que creen, digamos, esas vías institucionales.
"Tendría que ser un tema que se verifique a mediano y largo plazo. Hoy me parece que estamos viendo consecuencias de cosas que no se hicieron hace 15 o 20 años, y esa mirada de largo plazo en el país es necesaria. Hay que empezar a hacer las cosas ahora para que se puedan ver más tarde".
Por su parte, Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, dio a conocer que se ha registrado un incremento de ingreso al Servicio Militar anticipado de adolescentes entre 15 y 17 años a partir del año 2004.
Sin embargo, Luis González Plascencia consideró que la presencia de menores de edad en las filas del Ejército no implica una violación a sus derechos humanos, sino que el peligro consiste en que desempeñen labores que ponen en riesgo sus vidas.
Por ello, indicó, se ha recomendado a las fuerzas armas abstenerse del reclutamiento forzado de niños en las filas castrenses: "de acuerdo con los datos del Informe estamos hablando de todo el país. Son personas menores de edad, hay que tener en cuenta que estamos hablando de menores entre los 16 y los 18 años. El problema está cuando estos jóvenes empiezan a hacer tareas que ponen en riesgo sus vidas. Lo que es importante aquí es que se eleve la edad de ingreso a las Fuerzas Armadas a los 18 años como lo marca la Constitución en términos de la mayoría de edad", concluyó.
"En nuestra opinión, el problema radica en que desde muy temprana edad niñas, niños y adolescentes no encuentran mecanismos institucionales para acceder a sus derechos, como a la educación, a la salud; en el caso de los adolescentes al trabajo; y todo eso lo que implica es generar un caldo de cultivo para el reclutamiento en las filas de la criminalidad organizada", dijo.
"Estamos fallando en la obligación que tenemos de generar una expectativa razonable de vida para nuestras niñas, niños y adolescentes. No logramos transmitir el mensaje de que una vida que se dé en términos de una convivencia armónica, una cultura de paz, de respeto a los derechos humanos puede ser redituable desde el punto de vista ciudadano, ético y legal".
Entrevistado en el marco de presentación del libro intitulado "Infancia y Conflicto Armado en México", el defensor de los derechos humanos de la población capitalina explicó que en estudio aplicado por la Red por los Derechos de la Infancia en México, se advierte que "cifras de la academia hablan de unos 30 mil niños y niñas que cooperan con los grupos criminales de varias formas: los más pequeños trabajan como vigilantes, los más grandes se ocupan del traslado de la droga y a partir de los 16 años empiezan a ser contratados como sicarios. Las niñas están involucradas sobre todo en el empaquetamiento de la droga"...
Cuestionado sobre las edades posibles de los menores de edad que son utilizados por la delincuencia, así como las actividades en que son ocupados, el ombusdman capitalino subrayó: "Desafortunadamente no hay estadísticas claras sobre el tema, pero ahí no tenemos ninguna limitación de edad desafortunadamente. Entonces estamos hablando de que puede haber niños y niñas de edades tempranas ya involucrados en actividades de la criminalidad organizada.
"Yo creo que por eso es que es importante que la revisión que se está haciendo de la estrategia se tomen en consideración estas otras variables de carácter social que contengan la violencia y que creen, digamos, esas vías institucionales.
"Tendría que ser un tema que se verifique a mediano y largo plazo. Hoy me parece que estamos viendo consecuencias de cosas que no se hicieron hace 15 o 20 años, y esa mirada de largo plazo en el país es necesaria. Hay que empezar a hacer las cosas ahora para que se puedan ver más tarde".
Por su parte, Juan Martín Pérez García, director ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México, dio a conocer que se ha registrado un incremento de ingreso al Servicio Militar anticipado de adolescentes entre 15 y 17 años a partir del año 2004.
Sin embargo, Luis González Plascencia consideró que la presencia de menores de edad en las filas del Ejército no implica una violación a sus derechos humanos, sino que el peligro consiste en que desempeñen labores que ponen en riesgo sus vidas.
Por ello, indicó, se ha recomendado a las fuerzas armas abstenerse del reclutamiento forzado de niños en las filas castrenses: "de acuerdo con los datos del Informe estamos hablando de todo el país. Son personas menores de edad, hay que tener en cuenta que estamos hablando de menores entre los 16 y los 18 años. El problema está cuando estos jóvenes empiezan a hacer tareas que ponen en riesgo sus vidas. Lo que es importante aquí es que se eleve la edad de ingreso a las Fuerzas Armadas a los 18 años como lo marca la Constitución en términos de la mayoría de edad", concluyó.
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